martes, 24 de abril de 2012

profecia

Que la momento se haga interminable
cuando por fin ocurra nuestro encuentro. 

Que ese día mi sed de ti se haga insaciable
para no dejar de degustar ni un minuto el sabor de tus besos
el sudor que resbale por tu cuerpo
y disfrutar la intensidad de tu deseo enloquecido. 


Encarcelar tus dedos entre mis dientes, lamerlos, morderlos
y luego mojados llevarlos hasta las profundidades de mi ser
para que sientas en carne viva cuánto me logras encender
y mis entrañas haces vibrar. 



Que en ese cuarto oscuro perdamos tanto la memoria,
que olvidemos lo mucho que nos hemos acariciado, 
para sentir que nos hace falta aun mas y mas caricias y recordar solo 
las veces nos hemos entregado y hemos terminado juntos gritando de placer
sigamos alimentando, cual pecadores enamorados,
 una y otra vez nuestros tactos con la tersura de nuestras pieles. 

Que el momento  sea tan perfecto
que un orgasmo no sea suficiente, ni dos
para sentirnos satisfechos de esa divina sensación 
que produce el baño de tu hombría en la cascada de mis ganas
y que ni el negro de mi cabellera vele el destello de tu mirada lujuriosa
para ver así cuando me digas con ella que soy tu mujer
y con mis ojos yo responderte que eres mi dueño.

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